Previo a las dispendiosas labores de exhumación, la Administración municipal había hecho, desde el año pasado, un llamado a los familiares de personas que fueron enterradas en el cementerio central de Villavicencio desde hace 20 años y más, para que se acercaran a recibir las osamentas.
El anuncio se hizo, en su momento, a través de la página web de la Alcaldía, medios de comunicación y edictos, recordó la secretaria de Gobierno, Andrea Lizcano. Además, muchos cuerpos ya cumplieron mucho más del tiempo estipulado para permanecer en las bóvedas y se hace necesario que sean retirados por temas de infraestructura y espacio, dijo.
“Tenemos dificultades con algunos muros que están a punto de caer sobre los techos de los barrios vecinos y deben ser intervenidos de inmediato, antes que suceda un accidente, además, hay que dar espacio para otros cuerpos que no tienen dónde recibir la sepultura”, dijo la funcionaria.
La ley que regula el tema de cementerios dice que los restos, después de un tiempo, deben ser depositados en otros lugares, sin embargo, el llamado hecho por la Administración a familiares de quienes llevan 30, 40 y más años, no fue atendido, por tanto, la ley faculta para poder hacer el traslado a un osario común.
Lizcano informó que, de la mano con la Secretaría de Infraestructura, se realizarán los trabajos de mantenimiento y adecuación en el cementerio más antiguo de la capital del Meta.
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